El escritor Stéphane Belcourt acepta ser el padrino del bicentenario de una famosa marca de coñac. Ello le brinda la ocasión de volver por primera vez a la ciudad en la que creció. Allí, conoce a Lucas, el hijo de su primer amor. Los recuerdos afloran: el deseo irreprimible, los cuerpos juntos, una pasión oculta... Este primer amor se llamaba Thomas. Tenían 17 años.